La nieta de José Bastos, de Ceará que da nombre a una de las principales avenidas de Fortaleza, Ana Lúcia Bastos Mota, regenta una de las principales industrias de porcelana y cerámica del país🇧🇷 Con resiliencia, pasó por etapas difíciles delante de Cerbras, incluso por cuestiones financieras.

Pese a ser consciente de que la empresa marcharía muy bien sin su presencia, sigue al frente de la Presidencia, a la que considera más institucional que ejecutiva.

Además de ella, siguen los tres hijos, Ticiana, Felipe y Mariana, y la nieta Isabel. el sueño y el legado padre y abuela, Tarcísio, quien se despidió de su esposa en 1994, cuatro años después de haber creado su última y más importante empresa, Cerbras.

La empresaria acredita a sus hijos con su esposo, quien ya no está. Su ética, que heredó de sus padres, y el gasto consciente heredado de los orígenes de su padre.

Pero los caminos no siempre fueron agradables. Asumir una industria cuando no estabas en el negocio. De hecho, antes de incorporarse a la empresa con su marido, trabajaba en Ceará Telecomunicaciones S/A (Teleceará) “Operador de telefonía del sistema Telebras en el Estado, antes del proceso de privatización en julio de 1998” 🇧🇷 Así que no hubo facilidad.

Después de seis años sin su esposo, con deudas y sueldos de empleados atrasados, Ana Lúcia pensó en quitarse la vida. Por suerte, recapacitó y, en un viaje profesional a Italia, trajo consigo la esperanza de días mejores que vendrían después de dos años de mucha lucha.

Junto a sus hijos, que siempre han estado al lado de su madre en el trabajo, empezó a exportar en 2004 y ha visto quintuplicar su producción desde su fundación, fabricando 650.000 m²/mes de cerámica.

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